Si tenemos en consideración esta premisa, corregir una imperfección estética que afecte a la persona está justificada desde el punto de vista de la salud. La OMS también nos recuerda que toda obsesión, en cuanto represente un desequilibrio, atenta contra la salud.
Vivimos tiempos de un exagerado culto al cuerpo y a la belleza, donde los cánones de belleza que se nos han impuesto son a menudo antinaturales y por ello responsables de graves trastornos como es el caso de la anorexia nerviosa.
A la hora de valorar una posible operación de cirugía estética, calcula de una forma objetiva la mejora previsible y los riesgos que comporta. Toda intervención tiene un riesgo asociado, existen las molestias postoperatorias, puede suponer incapacidad total o parcial...
Existe mucho intrusismo. Utiliza servicios estéticos que cuenten con profesionales médicos.