Alimentos lácteos
Es importante no prescindir de este tipo de alimento en ninguna etapa de la vida:
Infancia:
Los niños y los jóvenes necesitan consumir leche y derivados para su crecimiento óseo (los huesos no sólo crecen en longitud, sino que deben aumentar en densidad y consistencia). La cantidad recomendada de calcio es de 1.200 mg diarios (unos cuatro vasos de leche). Pero no todos los niños cumplen con este requisito, ya que a veces el sabor de la leche les causa rechazo. En estos casos, recomendamos la leche con cacao soluble, los yogures con fruta, cereales o de sabores, así como los quesos y los postres lácteos para cumplir con la cantidad diaria recomendada.
La edad adulta:
En esta etapa, es fundamental el aporte de calcio, y más aún durante el embarazo, ya que aumentan las necesidades nutricionales para el correcto desarrollo del feto y prevenir descalcificaciones y daños dentales. En esta etapa se recomienda consumir 1.500mg diarios.
Menopausia:
Las mujeres con menopausia suelen padecer una disminución en la densidad ósea debido a los cambios hormonales. Por esto en esta etapa un aporte correcto de calcio ayuda a prevenir la osteoporosis.
Tercera edad:
La leche es un alimento importante no sólo por su valor nutritivo, sino por su facilidad de consumo. Muchas personas mayores sufren problemas de masticación y deglución, y los platos y postres elaborados a base de leche les suelen resultar más apetecibles. No olvidemos además, que la leche es una fuente de obtención de agua y, tanto en la vejez, como en la infancia, es muy recomendable para mantener una correcta hidratación.
¿Qué pasa si soy intolerante o alérgico a la lactosa?
Algunas personas no toleran la leche porque son intolerantes a la lactosa, el azúcar presente de manera natural en este alimento. Su organismo carece de la enzima lactasa, que se produce en el intestino y permite digerir la lactosa. Estas personas tienen distintas opciones para asegurarse un correcto aporte de calcio en la dieta:
- Leches modificadas, bajas en lactosa o sin lactosa, y según su grado de tolerancia pueden tomar yogures y leches fermentadas, que contienen menos cantidad de lactosa que la leche.
- Para los alérgicos a la caseína, una proteína abundante en la leche de vaca, pero en escasa cantidad en la leche de cabra, que puede ser sustitutivo.
- Los alérgicos a la beta-lactoglobulina no pueden consumir ningún tipo de leche, ni de vaca ni de cabra. Para ellos se recomienda comer otros alimentos que contengan calcio para asegurarse un correcto aporte en la dieta.
Los alimentos lácteos generan opiniones encontradas entre diferentes sectores de la población. Nosotros, te trasladamos lo que dicen algunos expertos al respecto. Te recomendamos que si quieres prescindir de su consumo, consultes con un especialista en nutrición y que te asesore a partir de tus condiciones personales.
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